José Mateos Mariscal
Wuppertal Alemania
Un Español en Alemania 84
Yo, José Mateos Mariscal empleado del servicio de recogidas de basura del Ayuntamiento de Remscheid, Solingen y Wuppertal, trabajo y vivo en un barrio de inmigrantes y personas de bajos recursos de Wuppertal y aseguro que registra las tasas mas altas de contagios del COVID-19.
Tengo colegas y conocidos que sufrieron serios contagios del COVID-19. Y sabe que la parte Remscheid, Solingen y Wuppertal donde vivo y trabajo tiene una de las tasas de infección más altas de Alemania . Pero yo no puedo darme el lujo de dejar de trabajar y sigo recogiendo basura hasta 12 horas diarias, cruzando los dedos para que unos guantes de goma me prevengan del contagio .
`”Hay gente que me dice que no usa tapabocas porque están exentos». «Tengo miedo y debo cuidarme. Me Limpio las manos con alcohol , las puertas y los cinturones de seguridad del camión de la basura . Es todo lo que puedo hacer».
Yo, y mi familia , , vivimos en Wuppertal , y trabajo en Remscheid barrio de las afueras de Wuppertal Que a mediados de Diciembre tenía la segunda tasa de infecciones más alta del coronavirus: 157 casos por cada 100.000 habitantes. Las autoridades sanitarias calculan que en determinado momento una de cada 15 personas se había infectado con el COVID-19, a pesar de que el gobierno había dispuesto la tercera ronda de confinamientos para contener una variante del virus más contagiosa.
Remscheid y sus alrededores se encuentran entre el sector noreste de la capital, una zona conocida como el «Triángulo del COVID» por sus tasas de infección, que en las últimas semanas fueron las más altas de Alemania Si bien las tasas bajaron bastante, las autoridades dicen que la situación sigue siendo crítica y que el sector se mantiene «en el ojo de la tormenta».
Señalo, que en la zona viven una gran cantidad de trabajadores esenciales, abunda la pobreza y mucha gente comparte vivienda, lo que contribuye a que el virus se propague mucho más fácilmente que en otras partes de Alemania
Tenemos muchos trabajadores comprometidos con la batalla contra el virus: Conductores de taxis, empleados del servicio sanitario nacional, los conductores de los trenes que van al centro de la ciudad, personal de limpieza, Basureros ..», «La gente corre el riesgo. mi dilema es . “Tengo que elegir entre alimentar a mis hijos o exponerme al COVID. Y por supuesto alimentamos a los hijos»,
“ Soy consciente que todo esto contribuye al exceso de infecciones, de muertes. La gente tenemos que salir a trabajar».
Muchos de los trabajadores de bajos ingresos que nos exponemos al virus somos de grupos étnicos minoritarios, los más vulnerables y al mismo tiempo de los que más se resisten a ser vacunados. La población de Remscheid es de las más diversas de Alemania con 120 nacionalidades , con grandes comunidades de indios, paquistaníes y bangladesíes polacos turcos …. Menos del 40% de sus residentes se identifican como alemanes .
Numerosos estudios indican que la pandemia registra una cantidad desproporcionada de contagios graves y muertes entre las minorías étnicas y los sectores más pobres. El sistema sanitario Alemán dijo que la tasa de muertes entre los bangladesíes era dos veces la de los Alemanes . La población de raza de color y otros grupos asiáticos corren de un 10% a un 15% más riesgos.
Los expertos dicen que esto se debe a una cantidad de factores, como el hecho de que las minorías tienden a vivir mucha gente bajo un mismo techo y a usar la red de transporte público, mal ventilado, para ir a trabajar. También son más proclives a sufrir problemas de salud graves, que los hacen más vulnerables.
En muchos hogares asiáticos vive demasiada gente en una casa, aumentando las posibilidades de contagio.
“ Pienso yo nuestra diversidad hace que seamos algo único, pero también nos hace más vulnerables«, Alemania ha sufrido más de 61.324 muertes por el coronavirus, una de las cifras más alta de Europa.
«En nuestra comunidad autónoma todo el mundo conoce a alguien que falleció», .
Las autoridades, por otro lado, dicen que cada vez más gente desconoce las restricciones, en parte porque está cansada de los encierros.
Pero el problema más grande es el de la vacunación. Varios estudios indican que los sectores minoritarios no son vacunados tanto como el resto de la población. Algunos investigadores dicen que esto se debe a la tradicional desconfianza de estos sectores en las autoridades y a la poca atención que prestan a los anuncios médicos, a lo que se suman comentarios contra las vacunas en las redes sociales.
Muchos dicen que no están seguros acerca de le efectividad de la vacuna y que no saben «si el gobierno y los medios de prensa dicen la verdad».
«La gente cree cualquier cosa, como que esto afecta la fertilidad», dice mi médico de familia . «Dudan mucho. No saben si la quieren, si confían en nosotros. Esa es la batalla que libramos en estos momentos’